Puig gasta 14 millones de Educación en comprar un palacete pese a tener a 16.000 alumnos en barracones
La Generalitat Valenciana que preside el socialista Ximo Puig gastó 14 millones de euros de la Consejería de Educación, responsabilidad de Compromís, para comprar el Palacio de Correos de Valencia pese a tener a más de 16.659 alumnos en barracones y un déficit de 70 centros respecto al plan de construcción presentado por el propio Puig en 2016, cuando se comprometió a contar con 124 centros en 2019. El coste final del citado palacio ascendió a 23,9 millones de euros.
El pasado enero, el presidente de la Generalitat Valenciana formalizó la compra del Palacio de Correos de Valencia por un montante total de 23,9 millones de euros. El objetivo del Gobierno valenciano era el de destinar esa infraestructura a un espacio cultural dedicado a Europa.
Sin embargo, en diciembre del pasado año, las perspectivas de la Generalitat Valenciana para hacer frente a ese gasto eran complicadas, porque se encontró con un problema de liquidez por ‘insuficiente disponibilidad’ para ejecutar la compra del citado palacio comprometida para inicios del ejercicio actual: no había dinero en el capítulo 6 del presupuesto, el que se destina a inversiones reales, donde apenas quedaban 600.000 euros de los 23,9 millones necesarios.
Para poder cerrar esa compra, la Generalitat Valenciana echó mano de partidas no vinculadas a compromisos pendientes ni inversiones finalistas y que fueron aprobadas por el Pleno del Gobierno valenciano el 17 de diciembre de 2021. En cifras absolutas, un total de 14 millones de euros de aquellos 23,9, se sacaron de partidas correspondientes a Educación: en concreto, 1,9 millones se obtuvieron de la partida correspondiente a la financiación de delegación de competencias en infraestructuras educativas de Educación Primaria y otros 12,1 millones de una partida similar, pero destinada a Educación Secundaria. Por tanto, se trataba de dinero que debía haberse invertido en infraestructuras educativas, pero que no iba a ser usado en la anualidad correspondiente y se destinó a la compra del citado palacio de Correos.
Hoy, a las puertas del nuevo curso escolar en la Comunidad Valenciana, aquella decisión del Gobierno de Puig sigue levantando ampollas, porque en ese mismo curso (21-22) un total de 16.659 alumnos del sistema educativo valenciano se encontraban recibiendo clases en 1.116 aulas prefabricadas. Según la portavoz de Educación del Partido Popular en las Cortes Valencianas, Beatriz Gascó, ese dinero formaba parte del inicialmente destinado a crear esas nuevas infraestructuras educativas, que paliaran el problema de los barracones. Gascó calcula en una cantidad superior a los 200 millones de euros los recortes que de 2018 a 2021 ha sufrido el denominado Plan Edificant de nuevas infraestructuras educativas.
Para completar la compra del citado palacio de Correos aún hacía falta más dinero. En concreto, otros 4 millones, que se obtuvieron del plan de renovación y mejora de infraestructuras deportivas municipales y, finalmente, otros 3,4 millones de la financiación de ayuntamientos para la adquisición de mejoras de vivienda.
Se da la circunstancia de que en el caso del Ayuntamiento de Alicante, el nuevo curso escolar se inicia con más de 17.189 órdenes de trabajo atendidas, ejecutadas y solucionadas de colegios en 3,5 años, con una inversión de 8,9 millones de euros para mantener, reformar y mejorar las infraestructuras educativas de los colegios de Alicante, según ha manifestado el concejal de Infraestructuras José Ramón González, quien ha lamentado «la nula gestión del Gobierno valenciano en infraestructuras educativas».
González ha dicho que el inicio del curso «está marcado por aulas prefabricadas y sin un mapa de inversiones». El Gobierno valenciano, ha agregado José Ramón González, «es incapaz de dar solución a las necesidades de los colegios, descargando su responsabilidad en los ayuntamientos».